Congreso de Salud Mental de la Iglesia Adventista profundiza en el cuidado emocional desde la fe y la ciencia

El 16 de agosto, el Congreso Adventista de Salud Mental continuó su jornada en Bogotá, profundizando en el vínculo entre mente, cuerpo y espíritu. Ciento setenta líderes participaron de cuatro ponencias formativas y una reflexión espiritual basada en la restauración interior que ofrece Cristo.

Salud 16 agosto, 2025

16 de agosto / Bogotá, Colombia / Laura Acosta, Periodismo UCS

El Congreso de Salud Mental, organizado por la Iglesia Adventista del Séptimo Día en la Unión Colombiana del Sur, celebró el 16 de agosto su segunda jornada en Bogotá. Bajo el lema Promotores de Salud y Esperanza, el evento reunió a 170 líderes de diferentes regiones para profundizar en la salud mental desde una perspectiva bíblica, científica y misionera.

“El perdón, el propósito de vida, el bruxismo… Todo esto está conectado con la salud emocional, y hoy seguimos profundizando con expertos que traerán luz sobre este campo tan descuidado”, afirmó el pastor Leonel Preciado, director de Salud de la Unión Colombiana del Sur, al inicio del día.

El evento, que se realiza del 15 al 17 de agosto en Bogotá, reúne a 170 líderes de diferentes asociaciones del país. Uno de ellos, Arcesio Duarte, director de salud en la Asociación de los Llanos Orientales, comentó: “Nosotros hablamos mucho del perdón, pero cuando lo vemos desde la psicología, descubrimos herramientas concretas para sanar. Dios nos está preparando para ayudar a otros”.

Mayeli García, participante de Villavicencio, compartió su motivación: “Vine para sanar primero yo. Solo así puedo ayudar a otros. Como iglesia tenemos la base bíblica, pero necesitábamos formación especializada. Y este congreso nos la está dando”.

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Cirujana maxilofacial habla como la salud emocional también pasa por la mandíbula

Karen Fandiño, durante primer charla del segundo día. Fecha 16 de agosto. Por: Prensa UCS

La Dra. Karen Fandiño, cirujana maxilofacial, volvió al escenario del Congreso para llevar a los asistentes a su territorio clínico: la relación entre la estructura facial, el bruxismo y los trastornos emocionales.

“Lo que no se habla, se aprieta. Lo que no se sana, duele. La mandíbula también refleja las cargas del alma”, explicó mientras detallaba cómo afecciones como migrañas, dolores musculares, neuralgias y cefaleas están frecuentemente asociadas con desequilibrios emocionales.

La Dra. Fandiño compartió casos clínicos de pacientes jóvenes con trastornos cráneo-mandibulares severos, muchos de ellos tratados exitosamente con toxina botulínica (conocida comercialmente como bótox). Aunque suele asociarse a fines estéticos, en su uso terapéutico se ha convertido en una herramienta para el control del dolor crónico y los trastornos musculares severos.

“La toxina botulínica no solo relaja el músculo; relaja la mente, la ansiedad, y mejora la calidad de vida. Al disminuir el dolor físico, muchos pacientes encuentran alivio emocional e incluso mejoras en síntomas depresivos”, afirmó.

Con un lenguaje accesible y apoyo audiovisual, mostró cómo la estructura ósea, la mordida y el estrés crónico afectan la postura y la salud integral del paciente. “Nuestros músculos cargan más que peso físico. También almacenan frustraciones, traumas, duelos y ansiedad no resuelta”, dijo.

Cerró con una frase que resonó entre los participantes: “Dios nos ha puesto donde estamos para sanar. Y sanar empieza por escuchar. Incluso cuando el dolor viene en forma de migraña, tensión o neuralgia, hay un llamado: servir con compasión y conocimiento”.


Psiquiatra adventista destaca el rol espiritual en la recuperación de adicciones

Gerson Méndez, durante congreso de Salud Mental, Fecha: 16 de agosto, por Prensa UCS.

Con una exposición impactante, el Dr. Gerson Méndez, médico cirujano y psiquiatra, abordó con profundidad la complejidad de las adicciones desde tres dimensiones: el cuerpo, la mente y el espíritu.

“Adicción no es solo consumo. Es una relación esclavizante con un objeto que usamos para cambiar nuestro estado de ánimo. Y ese objeto puede ser una sustancia, una conducta, incluso una persona”, afirmó al iniciar su intervención.

El Dr. Méndez explicó cómo el cerebro se ve afectado por procesos neurobiológicos que hacen que las personas pierdan el control y terminen dependiendo de estímulos para sentirse bien. Desde una mirada médica detallada, ilustró cómo neurotransmisores como la dopamina, el glutamato, la serotonina y las endorfinas intervienen en el ciclo de la adicción, haciendo que el cerebro se adapte a la sustancia hasta necesitarla para funcionar con normalidad.

Sin embargo, fue más allá de la ciencia y mostró una perspectiva profundamente humana y espiritual. “El adicto no busca la droga, busca controlar el dolor emocional. Busca una nota, una sensación que lo haga sentir completo, amado, seguro… aunque sea por poco tiempo”, señaló.

Con claridad pastoral, explicó que la adicción divide la personalidad: “Surge un yo adictivo que toma el control, mientras el yo sano queda relegado. La recuperación no es simplemente dejar de consumir, es reconstruir el yo sano con ayuda de Dios, de la comunidad y de nuevas relaciones significativas”.

La audiencia guardó silencio reverente cuando el Dr. Méndez dijo: “Las adicciones no se curan, pero se pueden redimir. Y Cristo es especialista en redención. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

La charla concluyó con una invitación a entender las adicciones como un llamado urgente a la compasión, el acompañamiento y la misión: “No juzguemos. Acompañemos. El adicto no necesita condena, necesita esperanza”.


Neurocirujano habla cómo el cerebro es una creación perfecta

Congreso de Salud Mental de la Iglesia Adventista
Cesar Díaz, durante congreso de Salud Mental. Fecha: 16 de agosto, por Prensa UCS.

Con más de 30 años de experiencia en neurocirugía, el Dr. César Díaz ofreció una ponencia magistral sobre la estructura, funciones y propósito del cerebro humano, afirmando con convicción que se trata del diseño más perfecto de Dios.

“El cerebro es la torre de control del cuerpo, como un aeropuerto sin la cual nada funciona. Fue hecho a imagen del Creador, con una capacidad que ninguna máquina puede igualar”, afirmó al abrir su charla, destacando la analogía entre el cerebro, un computador, y el universo.

A través de un recorrido anatómico y fisiológico, el Dr. Díaz explicó cómo las neuronas —más de 86 mil millones— forman redes que permiten funciones como la memoria, el movimiento, la emoción y la conciencia. Subrayó que estas células no pueden regenerarse como otras del cuerpo, haciendo del cerebro un órgano único e irreemplazable.

La exposición se centró especialmente en el sistema límbico, responsable del procesamiento emocional. Partes como la amígdala, el hipocampo y el hipotálamo regulan emociones como el miedo, el placer, el estrés y la memoria emocional. “El hipocampo, por ejemplo, es clave para regular la ansiedad y el estrés. Cuando se afecta, la salud mental también lo hace”, explicó.

También abordó el rol vital de los neurotransmisores como la serotonina, dopamina y GABA, responsables del equilibrio emocional, el sueño, el apetito y el bienestar general. A esto sumó la importancia del llamado “segundo cerebro” en el intestino, que se comunica directamente con el cerebro principal, impactando la salud mental y física.

“El cerebro necesita descanso, necesita cuidado, y fue diseñado por Dios para renovarse —no con tecnología, sino con hábitos saludables y obediencia a los principios divinos”, concluyó.

Esta charla fue la antesala de una segunda parte que continuará el sábado, enfocada en estrategias preventivas para cuidar el cerebro desde una perspectiva integral y espiritual.


“Si rogara a Dios, él lo sanaría” – Pr. Leonel Preciado

Congreso de Salud Mental de la Iglesia Adventista
Leonel Preciado, durante reflexión en congreso de Salud Mental. Fecha: 16 de agosto, por Prensa UCS

La primera jornada del sábado, finalizó con el culto dirigido por el pastor Leonel Preciado, basada en 2 Reyes 5. Allí, recordó la historia de Naamán, un general con fama, riqueza y poder, pero enfermo de lepra. “Podía tenerlo todo, excepto salud”, expresó.

A través de este pasaje, invitó a los participantes a reconocer que la sanidad no viene del prestigio ni del conocimiento, sino de la obediencia y fe en el Dios que creó nuestros cuerpos. “Naamán fue sanado cuando decidió humillarse y seguir el método divino, aunque no lo entendía”, dijo.

El pastor destacó que la salud mental también se fortalece cuando se fortalece la relación con Dios. “A veces venimos con expectativas, pero Dios responde de maneras que no esperamos. Si rogamos, si creemos, si obedecemos… él nos sana”, concluyó.

Y añadió con un llamado a la acción: “Así como esa joven cautiva en Siria testificó de su fe, ustedes como promotores están llamados a llevar esperanza, hablar del Dios que sana, y recordar que una mente agradecida también es una mente saludable”.

La segunda jornada del Congreso reafirmó el compromiso de la Iglesia Adventista en Colombia de promover un enfoque integral de la salud que conecte cuerpo, mente y espíritu. Las reflexiones bíblicas y ponencias científicas ofrecieron herramientas a los promotores para replicar el mensaje de esperanza en sus comunidades locales. Las conferencias estarán disponibles a partir del 25 de agosto en el canal oficial de YouTube de la Iglesia Adventista en Colombia.

El Congreso forma parte de las iniciativas de la Iglesia Adventista en Interamérica para capacitar a sus miembros en salud integral, con énfasis en la misión de restaurar vidas a través del poder sanador de Cristo.

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