En su primer mensaje sabático como presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el pr. Erton Köhler se dirigió con pasión, convicción bíblica y una profunda sensibilidad espiritual a la Iglesia mundial, convocando a los miembros a una renovación urgente y audaz del compromiso misionero.
Ante una audiencia de delegados y miles de espectadores conectados a nivel global, Köhler recordó que más que una organización, la Iglesia Adventista es una familia comprada por la sangre de Cristo, unida por la misión, la esperanza y la Palabra.
“Este mensaje no responde a una elección administrativa, sino a un llamado pastoral”, dijo, subrayando que su exposición era producto de oración y preparación previa, centrado en el corazón de la identidad adventista: la misión.
Una Iglesia con la Biblia como fundamento

“Predicamos el libro, enseñamos el libro y, por la gracia de Dios, vivimos conforme a este libro”, afirmó Köhler al destacar que la Biblia es el fundamento absoluto de la Iglesia. Recordó que el mensaje del sábado nace en las primeras páginas del Génesis, y la esperanza del regreso de Cristo resuena en los últimos versículos del Apocalipsis.
A través de ejemplos bíblicos como Noé, Moisés, y especialmente la Iglesia primitiva, mostró cómo Dios llama a personas ordinarias a cumplir propósitos extraordinarios, por medio del poder del Espíritu Santo.
Audacia como marca del pueblo de Dios
Basado en Hechos 4:29-31, el nuevo presidente destacó que la palabra clave de la Iglesia primitiva fue “audacia”: valentía para predicar, para testificar, para actuar. “Ellos no pidieron edificios ni recursos, pidieron hablar con denuedo”, enfatizó.
Esa misma audacia, dijo, es la que el pueblo remanente necesita hoy para cumplir su tarea en el contexto de la “lluvia tardía” y la proclamación final de los mensajes de los tres ángeles (Apocalipsis 14).
Testimonios actuales de una misión viva
Durante su predicación, el pr. Köhler compartió testimonios conmovedores de misioneros contemporáneos que, con valentía, están llevando el mensaje adventista a territorios difíciles. Historias de sacrificio, entrega y compromiso ilustraron que la audacia no es una teoría, sino una realidad vivida por miles de creyentes alrededor del mundo.
Desde campos desafiantes en el norte de África, Europa del Este, Asia o Sudamérica, hasta esfuerzos pioneros como “Esperanza Móvil” en Argentina o colportores valientes en Rusia, Köhler demostró que el Espíritu Santo está guiando una Iglesia activa, comprometida y profética.
Un llamado urgente y escatológico

“La misión es escatológica”, afirmó con firmeza. “Nuestra audacia se fortalece en la esperanza. Y nuestra esperanza nos obliga a hablar y actuar con valentía”.
Citando a Elena G. de White, recordó que lo que se haga por la salvación de las almas debe hacerse con urgencia. Así, el llamado no fue sólo a las estructuras administrativas, sino a cada miembro a abrazar su rol como agente del Reino de Dios.
Clamor por el Espíritu Santo
Al final del mensaje, invitó a la Iglesia mundial a ponerse de pie y renovar su compromiso con la misión. Con oración ferviente, suplicó por una nueva manifestación del Espíritu Santo que dote a la Iglesia de denuedo, visión clara y unidad.
“Cristo viene pronto. Hoy es el tiempo de avanzar con fe, con esperanza y con audacia”, concluyó entre cantos de alabanza y un ambiente de reverente decisión.
Fuente: ANN, Adventist.news y la transmisión en vivo de ANN Español por YouTube
Imágenes: Transmisión en vivo de ANN Español por YouTube
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