Posición Oficial de la Iglesia Adventista acerca de la Familia

 

Joel Hernández,

Magister en Terapia Familiar y director de Ministerios de Jóvenes y Vida Familiar de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para la Unión Colombiana del Sur.

 

Posición oficial de nuestra iglesia acerca del hogar y la familia.

Creemos que la salud y prosperidad de la sociedad se encuentran directamente relacionadas con el bienestar de la unidad familiar, que es su célula constitutiva.  Hoy más que nunca antes, la familia se halla en peligro. Los sociólogos denuncian la desintegración de la familia moderna. El concepto cristiano bíblico del matrimonio entre un hombre y una mujer se encuentra bajo ataque.  En esta hora de crisis familiar la iglesia Adventista del Séptimo Día, alienta a cada miembro de la familia a fortalecer su dimensión espiritual y sus relaciones familiares mediante el amor, la honestidad, el respeto y la responsabilidad mutuos.

Nuestra creencia fundamental Nº 23 señala que la relación matrimonial “debe reflejar el amor, la santidad, la intimidad y la perdurabilidad de la relación entre Cristo y Su iglesia …

Aunque algunas relaciones familiares estén lejos de ser ideales, los cónyuges que se dedican plenamente el uno al otro pueden lograr en Cristo, una amorosa unidad gracias a la dirección del Espíritu Santo y  la instrucción de la iglesia.  Dios bendice la familia y quiere que sus miembros se ayuden mutuamente hasta alcanzar una completa madurez.

Los padres deben criar a sus hijos para que amen y obedezcan al Señor.

 

Por medio de su ejemplo y de sus palabras deben enseñarles que Cristo disciplina amorosamente, que  siempre es tierno, que se preocupa por sus criaturas, y que quiere que ellos lleguen a ser miembros de Su cuerpo, la familia de Dios”.

Una conocida consejera, Elena de White, declaró el su libro El Ministerio de Curación, pág. 349.: “La obra de los padres es el cimiento de toda otra obra. La sociedad se compone de familias, y ella será lo que hagan las cabezas de familia.  Del corazón mana la vida (Prov.4:23); y el hogar es el corazón de la sociedad, de la iglesia, y de la nación. El bienestar de la sociedad, el éxito de la iglesia y la prosperidad de la nación, dependen de las influencias del hogar”.

Se nos ha preguntado si participaremos en las marchas y plantones por la defensa de los principios de la familia en las diferentes ciudades de nuestro país.  Saldremos como padres y madres responsables, como jóvenes que comprenden los principios y valores bíblicos de la familia instituida por Dios.  No saldremos como Iglesia pues esta marcha no es un espacio para promover instituciones diferentes a la sagrada institución del familia y así lo han señalado los organizadores.

 

Queremos participar activamente de manera prepositiva.

Que no se diga de nosotros como padres y jóvenes cristianos lo descrito en Isaías 56:10  porque los guardianes de mi pueblo están ciegos, no se dan cuenta de nada. Todos ellos son perros mudos, que no pueden ladrar; se pasan la vida echados y soñando; les encanta dormir. Al contrario tomemos las palabras de Joab registradas en 2 Samuel 10:12  Ten ánimo y luchemos con valor por nuestra nación y por las ciudades de nuestro Dios.  ¡Y que el Señor haga lo que bien le parezca!.

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